SERIE SOBRE ESTRATEGIA EMPRESARIAL (PARTE 2)

PENSAMIENTO ESTRATÉGICO Y PENSAR ESTRATÉGICAMENTE

“Todo líder que diga que no puede hacerlo por culpa del mercado, simplemente está confesando que elige no hacerlo.” Jim Collins

 

 

Pensamiento Estratégico
De acuerdo con Ohmae (1997), el análisis es el punto crucial de partida del pensamiento estratégico. Este consultor japonés compara los negocios con el campo de batalla, en donde “el objetivo de una estrategia consiste en aproximarse a las condiciones más favorables a nuestro bando,  juzgando con precisión el momento oportuno para atacar o retirarse y evaluando siempre con corrección los límites de compromiso” (Ohmae, 1997, p. 13)

Por su parte, Gallardo (2011) plantea que el pensamiento estratégico significa la aplicación del juicio basado en la experiencia para determinar el rumbo de una organización y que describe el proceso de síntesis en el que se utiliza la intuición y la creatividad para generar una perspectiva integrada de la organización y así definir nuevos caminos. Así, pensar estratégicamente significa “sentirse incómodos, insatisfechos, inquietos, atentos, viendo lo que pasa a nuestro alrededor, innovando, moviéndonos permanentemente… pero con la mente tranquila y serena, sabiendo hacia dónde vamos” (Gallardo, 2011, p. 32), de allí que algunos de los elementos más importantes del pensamiento creativo sean visión del futuro, creatividad, imaginación y comunicación asertiva.

El pensador estratégico muestra la ruta que debe seguir cada uno de los integrantes de la organización y sus diferentes elementos productivos, garantizando un engranaje con la competitividad empresarial en una búsqueda auténtica de la relación ganar-ganar; esta relación es una estructura de la mente y el corazón que procura constantemente el mutuo beneficio de las relaciones humanas (Román , Quintero, Patiño, Vidarte, & Moreno, 2010).

Teniendo en cuenta la elasticidad de la mente y el dejar atrás el pensamiento lineal, como lo destacan Román et. al (2010) en el pensamiento estratégico se requiere intuición porque es lo que permite tener la sensación de certeza de que se toma la mejor decisión, aun teniendo pocos datos porque se pone en juego el conocimiento desde la experiencia, la percepción, la perspicacia y la sagacidad, cimentadas en principio, creencias y valores. El desarrollo de la misma lleva tiempo; sin embargo, el momento en que la persona tiene ese “destello de lucidez” es de un instante, en el cual se aclaran ideas y la forma de ver las cosas es diferente, surge así, esa “chispa creativa” (p. 86)

 

Pensar Estratégicamente

Es muy común encontrar cierta confusión entre estrategia y pensamiento estratégico, de ahí la importancia de plantear de entrada la diferencia.

El pensamiento como tal es un proceso de la mente, que genera y entrelaza ideas que mueven el mundo. La estrategia es un proceso estructurado que moviliza las organizaciones.

Si bien son diferentes son complementarias en el propósito último “competir para ganar”, de allí que pensar y hacerlo de manera estratégica se constituye en una necesidad de las personas en la organización.

“Debemos aprender a distinguir entre pensamiento estratégico y planeamiento estratégico. Pensamiento estratégico es un proceso utilizado por los líderes de la organización para crear un boceto conciso y claro de la visión. Planeamiento estratégico es un proceso para desarrollar, analizar, comunicar e implementar la estrategia seleccionada”. (Kluyver, 2001)

Sin embargo existe la creencia que le pensamiento estratégico es responsabilidad de los directivos y mandos medios, y nada más lejos de la realidad. Hoy más que antes la responsabilidad recae sobre todos los niveles organizacionales, de tal manera que se protejan los intereses generales de la empresa y los particulares de las partes interesadas. Por esta razón las empresas están más interesadas en contratar mente de obra que mano de obra. Se requieren personas que piensen para que sean más productivas, que posean la capacidad de análisis y decisión permanente, con capacidad de conducir y liderar empresas.

Es importante mencionar que los trabajos recientes sobre liderazgo establecen diferencia entre el líder y el gerente en el ámbito organizacional, siendo el primero la fuente de la visión, estrategia y fuerza primaria detrás de un cambio eficaz. En este sentido (Kotler, 1999) afirma: “Hablo de liderazgo como desarrollo de una visión y de unas estrategias, conseguir gente que pueda apoyar esas estrategias y delegar poder en unos individuos para que hagan realidad esa visión, a pesar de los obstáculos. Lo anterior contrasta con la gerencia, que significa mantener funcionando el sistema existente, planeando, presupuestando, organizando, administrando personal, controlando y resolviendo problemas”.

Con base en los conceptos podríamos considerar que el pensamiento estratégico es una habilidad y capacidad que poseen las personas de una organización, por medio del cual logran impulsar ideas que inspiran visiones comunes y facilitan el establecimiento de planes de acción que las vuelvan realidad.

 

 

Escrito por Renato Gutiérrez.
Magister en Creatividad e Innovación para las Organizaciones.



Deja un comentario